tejedora

6/06/2009

Centenario de la Escuela Normal de Sucre

Nosotros, querida escuela, los que ya nos vamos, queremos entregarte nuestro último canto.
Venimos con el paso vacilante, las manos temblorosas y las pupilas cansadas de haber visto ya tanto.
Venimos a que nos devuelvas un instante siquiera la ilusión de esa mirada joven, el corazón ardiente y esa unción con que entramos a tus aulas un día, cual se penetra a un templo

Allí nos diste a beber, profunda fuente, sabiduría para la lucha por la vida
Hallamos en tu linfa cristalina dichas y amores, amistades profundas, compañerismo y hermandad. También tuvimos, es cierto, momentos de tristeza, de oscuridad y llanto. Con esos materiales nos modelaste el alma.

Después nos echaste a volar hacia los cuatro vientos de nuestra Patria grande
Armados con la fe que en nosotros pusiste, con un fervor de apóstoles, sabiéndonos cruzados en la gran batalla por la redención de nuestra Patria Sabiendo que no la redimiremos si no es con LA EDUCACION

Tú pusiste en nuestras manos la semilla y nosotros la lanzamos al futuro
Todos aquellos que en tu seno formaste, entregamos entera nuestra vida por cumplir ese ideal. Luchamos con denuedo, pobres quijotes, contra los molinos de viento de la ignorancia, de la pobreza, la incomprensión y la maldad,
Bebimos en los cálices amargos de la injusticia y de la ingratitud pero fueron enorme recompensa la sonrisa de los niños cuyas mentes abrimos y en cuyas manos dejamos el inmenso tesoro de los libros

Con la voz ya cascada, la cabeza nevada, llegamos hasta ti, nuestra Escuela Normal a decirte que aquellos que un día recibiste, hacen ya tantos años, hemos cumplido ya nuestro deber..
Nosotros ya nos vamos, te decimos adiós. Otros vendrán porque el futuro espera. Síguelos alumbrando, escuela madre, como un faro que nunca ha de extinguirse.