tejedora

9/16/2005

Pepín

Rebeca y Théobald. Para que sus papás les lean este cuento cuando estén a punto de dormir


Pepín negrito de Yungas: cabeza de lana, ojos de botón, boca de granada.
Su mamita dice que Pekín negrito es el más gracioso, el más chiquitito pero el más bonito de todos los Yungas.

Pepín el negrito se encuentra enojado: los otros negrazos, guasones y feos le han dicho: Pepín barrigón, negrito llorón, flojazo, cobarde.
Pepín busca, busca y encuentra un machete grandote, filudo ¡cuidado negrito!.
Pepín se va al chaco con machete al hombro, la trompa crecida de tan enojado y una lagrimita que anda en las pestañas más no caerá porque este negrito, Pepín, ya no llora.

-Naranjo,¡ te tumbo con mi gran machete!.
¡No! – Grita la Pájara Pinta – En este naranjo he puesto mi casa y tengo tres hijos recién naciditos. Yo te daré, en cambio, la piel que una víbora se dejó olvidada. ¡Que par de zapatos hará su papito para que los lleve Pepín el negrito!

- Morado, ¡te tumbo con mi gran machete!
¡No!- grita don Zorro – En el hueco tibio de este tronco viejo yo tengo mi cama. Aquí yo me oculto y nadie me encuentra. Pero daré en cambio un panal de miel, la más dulce y fresca. ¡Que ricos buñuelos hará su mamita para que los coma Pepín el negrito!

-Plátano ¡te tumbo con mi gran machete!
-No, Pepín negrito. Para ti yo tengo bananos dorados y una hoja grandota para que te sirva de fresca sombrilla.

Pepín se pasea con zapatos nuevos, con sombrilla verde y la barriguita llena de dulces buñuelos.
Ahora, hasta los negros guasones y feos dicen que Pepín es el más valiente y el negro más lindo de todos los Yungas.
Fin