4/26/2008

Se vendió la casa

La casa, nuestra casa, hoy tendrá nuevos dueños.

la verán otros ojos, oirá nuevas voces,

otros pasos extraños resonarán ahora

por todos los rincones por los que caminamos.

Pero, si se remueve un poco de la pintura nueva

asomará tu olor que impregnó las paredes;

en todas las ventanas, como un tul invisible,

se ha quedado atrapada la luz de tus miradas.

Por todos los rincones, silencioso, apagado,

se ha de escuchar el eco de tu voz que me llama.

y en las tardes de otoño con su luz indecisa

flotarán en el aire los sueños que soñamos.

En el jardín pequeño la tierra habrá absorbido

gotas de tu sudor que le diste al cuidarla

y cada flor, cada hoja recordarán mis manos.

En un rincón soleado dormita nuestro perro

el sueño de su pequeña eternidad

y en el otro rincón, debajo la retama

que la cubre de flores como un dorado manto

descansa esa gatita a quien quisimos tanto.

Adios casa querida, la entrañable, la que nunca se olvida,

la que guarda un jirón de nuestra vida.

El destino te ha dado nuevos amos

pero nunca sabrán los que ahora te habitan

que nosotros nos fuimos, más, nunca te dejamos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Magnífico poema, cargado de simbolismos y dolorosas rupturas del sitio amado que deja de serlo para construirse, elevado, en el cimiento de la nostalgia irreparable.


Un gusto leerlo.


Saludos...

1:26 p. m.  

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