Se vendió la casa
La casa, nuestra casa, hoy tendrá nuevos dueños.
la verán otros ojos, oirá nuevas voces,
otros pasos extraños resonarán ahora
por todos los rincones por los que caminamos.
Pero, si se remueve un poco de la pintura nueva
asomará tu olor que impregnó las paredes;
en todas las ventanas, como un tul invisible,
se ha quedado atrapada la luz de tus miradas.
Por todos los rincones, silencioso, apagado,
se ha de escuchar el eco de tu voz que me llama.
y en las tardes de otoño con su luz indecisa
flotarán en el aire los sueños que soñamos.
En el jardín pequeño la tierra habrá absorbido
gotas de tu sudor que le diste al cuidarla
y cada flor, cada hoja recordarán mis manos.
En un rincón soleado dormita nuestro perro
el sueño de su pequeña eternidad
y en el otro rincón, debajo la retama
que la cubre de flores como un dorado manto
descansa esa gatita a quien quisimos tanto.
Adios casa querida, la entrañable, la que nunca se olvida,
la que guarda un jirón de nuestra vida.
El destino te ha dado nuevos amos
pero nunca sabrán los que ahora te habitan
que nosotros nos fuimos, más, nunca te dejamos.
1 Comments:
Magnífico poema, cargado de simbolismos y dolorosas rupturas del sitio amado que deja de serlo para construirse, elevado, en el cimiento de la nostalgia irreparable.
Un gusto leerlo.
Saludos...
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