De médicos y medicinas
Estas son algunas de las cosas que me pasan
En mi tierra dicen que no hay joven sin amor ni vieja sin dolor. Siento confesar que me cuento en la segunda categoría.
Ayer consulté a una doctora que luego de examinar mi análisis de orina exclamó frunciendo la nariz:
-Esto no me gusta. ¡Nada menos que 150.000 colonias por ml. de bacilos gram negativos grupo coli ¡
Y procedió a llenar hojas y hojas de recetas con kanamicinas, gentamicinas piperacilinas y nitrofurantoinas.
Aterrada ante le idea de tener que hacer pasar por mi estómago semejante aguerrido y feroz ejército de combatientes contra los pobres bacilos, decidí consultar a un médico que conozco y al que le tengo gran confianza. Este fue el diálogo:
-Dr. Si no tengo ningún síntoma o sea que todos esos colis no me han declarado la guerra ¿cree que es justo que yo los ataque con semejantes armas?. ¿Acaso no tienen derecho a la vida?
- Mírelo así: Sus bacilos y sus colis ya están acostumbrados a vivir en su organismo, allí tienen un lugarcito y usted sabe que la tierra es (o debe ser) de quien la trabaja.
-Estoy de acuerdo y mi lema es “vivir y dejar vivir”
- Pero tenga en cuenta que ellos forman allí sus colonias o sindicatos y se están nomás tranquilitos cosechando su “cato” de coca hasta que viene un evo que les calienta la cabeza con eso de reivindicaciones sociales, derechos humanos y otras monsergas entonces deciden que ya es hora de ampliar su territorio, realizar bloqueos y armar grandes manifestaciones con marchas y contramarchas por lugares que antes no conocían. Amén de estallido de petardos de dinamita, consignas agresivas, etc.
-O sea que el panorama puede tornarse oscurito…..
- Así es y no le queda más remedio que mandar una patrulla de norfloxacina como disuasivo, por si acaso.
- Ni que hacer doctor, que mi pobre estómago se prepare a ser campo de batalla y ya veremos.
En mi tierra dicen que no hay joven sin amor ni vieja sin dolor. Siento confesar que me cuento en la segunda categoría.
Ayer consulté a una doctora que luego de examinar mi análisis de orina exclamó frunciendo la nariz:
-Esto no me gusta. ¡Nada menos que 150.000 colonias por ml. de bacilos gram negativos grupo coli ¡
Y procedió a llenar hojas y hojas de recetas con kanamicinas, gentamicinas piperacilinas y nitrofurantoinas.
Aterrada ante le idea de tener que hacer pasar por mi estómago semejante aguerrido y feroz ejército de combatientes contra los pobres bacilos, decidí consultar a un médico que conozco y al que le tengo gran confianza. Este fue el diálogo:
-Dr. Si no tengo ningún síntoma o sea que todos esos colis no me han declarado la guerra ¿cree que es justo que yo los ataque con semejantes armas?. ¿Acaso no tienen derecho a la vida?
- Mírelo así: Sus bacilos y sus colis ya están acostumbrados a vivir en su organismo, allí tienen un lugarcito y usted sabe que la tierra es (o debe ser) de quien la trabaja.
-Estoy de acuerdo y mi lema es “vivir y dejar vivir”
- Pero tenga en cuenta que ellos forman allí sus colonias o sindicatos y se están nomás tranquilitos cosechando su “cato” de coca hasta que viene un evo que les calienta la cabeza con eso de reivindicaciones sociales, derechos humanos y otras monsergas entonces deciden que ya es hora de ampliar su territorio, realizar bloqueos y armar grandes manifestaciones con marchas y contramarchas por lugares que antes no conocían. Amén de estallido de petardos de dinamita, consignas agresivas, etc.
-O sea que el panorama puede tornarse oscurito…..
- Así es y no le queda más remedio que mandar una patrulla de norfloxacina como disuasivo, por si acaso.
- Ni que hacer doctor, que mi pobre estómago se prepare a ser campo de batalla y ya veremos.
1 Comments:
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