6/01/2007

Mis maravillas

Ángeles Mastreta enumera algunas de sus maravillas como la luna en un puente de Venecia o el milagro de vivir en una ciudad tan hermosa pero a la vez aterradora como Méjico.

Mis maravillas son muchísimo más modestas pero para mí siguen siendo maravillas y son entrañables. Las de hoy, por ejemplo son:

Este aire de invierno recién nacido que me envuelve cuando abro la ventana de mi dormitorio y me lleva a soñar con otros tiempos y otros lugares. En este cobijo tibio de valle en que ahora vivo, añoro el clima de mis montañas y todo lo que el frío tiene de deseo de envolverse en un abrazo de lana, de encender unos leños, de apreciar más ese pedacito de techo que nos cobija.

La inmensa maravilla de mi hija que ha venido por unos papeles y luego correrá a las oficinas para librarme de esos menesteres que aborrezco. Mi hija, que lo mismo cambia un foco como arregla un aparato, planea la comida o me consigue un libro. Todo para hacernos la vida más fácil a los demás. Mi hija, esa maravilla que es como la prolongación de la mano de Dios que, sin yo merecerlo, me toca.

El olor a dulce de naranja que sale como una maravillosa exhalación de la cocina y sahuma todas las habitaciones. Sé que apenas lo probaré pero para alguien será un regalo apetecido.

Y una diminuta maravilla más: Hoy, un rayito de sol, como un dedo amigo, ha hecho brillar algo sobre la alfombra, algo muy pequeño y que, por eso mismo, lo daba por perdido. No es sino el diminuto tornillo que ajusta mis anteojos y ¿no es una maravilla que lo haya encontrado?

1 Comments:

Blogger Ada said...

aaaaaaaaaaaaaa!!! hermosa que lindo! harás de mi papá el hombre más feliz con ese dulce de naranja.

ando viendo fotos y con ganas de verte. muchas ganas.

besos miles

9:53 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home